domingo, 4 de diciembre de 2016

Un dia en la vida de andres....
Andrés es un empleado metalúrgico que cursa su cuarto año de ingeniería en robótica en la UTN. Cada mañana se despierta a las 4 para ingresar a las 6 a trabajar.
4:30 de la mañana sale de su casa luego de tomar unos mates a las apuradas que le ceba su madre. Camina hasta la parada no sin antes recordar guardar la plata para pagar el alquiler y tener la sube a mano. Ruega mientras camina no haber perdido el colectivo, pero sobre todo que circule, y no tenga que volver a gastar en un remis para no perder el presentismo.
Trabaja de 6 a 14, almuerzan  a las 11 y eso en 20 minutos.
 A las 17 ingresa a la facultad luego de tomar un micro, tren y subte. Mientras viaja lee los apuntes, algunos en formato papel y otros en linea ya que la mayoría de los profesores los mandan por mail.
Cursa hasta las 21 hs cuando realiza el mismo trayecto, (subte, tren, micro) para llegar a su casa, donde lo espera su madre para cenar, una jubilada que trabaja desde su casa vendiendo productos sueltos de limpieza, ya que lo que cobra de jubilación no le alcanza para todo.
Ambos cenan intentando utilizar solo una o dos luces y poco gas ,ya que la factura de los servicio, se incrementa abruptamente cada mes.
Se acuestan con la esperanza de que mañana sera otro día y quizás algo cambie.
En el presente relato se visualiza una realidad cotidiana.
Andrés es un ciudadano que puede estudiar y trabajar gracias a políticas publicas que le permiten el acceso a la educación, pero ademas , gracias al aporte de docentes que facilitan el material a través del acceso virtual, como estrategia didáctica.
Utiliza el transporte publico que a raíz de emergentes tales como falta de inversión en mantenimiento de calles, seguridad y en las unidades, circula con menos frecuencia y siempre a la espera de que lo haga. Utiliza ademas un sistema de pago de tarifa pre paga. Las tarifas se incrementan constantemente y siempre se buscan alternativas para seguir usando el transporte publico.

Vive con su madre, y como muchos no poseen el beneficio de un hogar propio, tienen vulnerado ese derecho, pero buscan alternativas. Como no utilizar en gran medida servicios públicos como la lux y el gas, que al perder el subsidio del estado facturan mensualmente cifras exorbitantes.

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