El siguiente texto de Oscar Oszlak,, habla sobre del papel del Estado en el desarrollo de las sociedades capitalistas contemporáneas, que dio en llamar el “rol del estado” y los tres niveles o categorías para abordar su análisis: micro, meso y macro.
Plantea que los cambios en el papel del estado no dependen de acciones deliberadas para provocar su transformación, sino de factores heterogéneos y relativamente independientes entre sí, cuyas manifestaciones podrían observarse a través de indicadores muy diversos. Por eso, elige hacerlo desde los siguientes niveles que están estrechamente relacionados entre sí.
“En un nivel micro podría interpretarse el rol del estado observando las diversas maneras en que su intervención y su presencia pueden advertirse en las múltiples manifestaciones de la vida cotidiana de una sociedad, particularmente en la experiencia individual de sus habitantes”.
En este punto el autor habla metafóricamente de Juan, un ciudadano argentino cuya vida transcurre durante1952 y describe las múltiples y complejas formas que puede adoptar el estado para hacerse presente en la vida cotidiana, dentro de ese contexto histórico y cómo sería bien diferente si el ejemplo fuera tomado durante la década de los 90, para mencionar los distintos momentos y los diferentes roles asumidos por el estado a través de los historia.
En su análisis Oszlak, menciona cómo dentro de una comunidad, las posibilidades de satisfacer necesidades materiales básicas, las oportunidades de progreso económico y de realización personal, de conseguir buenas condiciones y estabilidad en el trabajo, la posibilidad de dar estudios a sus hijos suelen verse influidas y alteradas por las distintas tomas de decisión y cursos de acción que en función de las relaciones de poder existentes, el estado decida instrumentar en cada momento histórico.
También habla el autor sobre la capilaridad social del estado en este nivel micro en las manifestaciones de su presencia celular en la organización de la vida de una sociedad. El estado aquí funciona como tejido conectivo que sostiene la organización social, le impone cierta dinámica y crea reglas para su organización y funcionamiento.
“En un nivel meso el análisis se traslada a los contenidos y las orientaciones de las políticas públicas o tomas de posición adoptadas por quienes ejercen la representación del estado”.
Oszlak se refiere s a una “agenda social problemática” como el conjunto de necesidades y demandas de las que se hacen cargo determinados actores sociales, adoptando decisiones y llevando a cabo acciones tendientes a satisfacerlas. Menciona cuatro tipos de actores intervinientes, en toda sociedad:
• Las organizaciones estatales con sus diferentes niveles de jurisdicción
• Los proveedores del mercado, mediante los bienes y servicios que ofrecen a sus clientes
• Las organizaciones de la sociedad civil, con sus variados servicios a la ciudadanía
• Las redes sociales solidarias, encargadas de resolver problemas sociales no atendidos por los demás actores o a los que la población no puede acceder.
Si acordamos en que el estado es un actor complejo y diferenciado, veremos que el mismo materializa su presencia mediante agencias que asumen la responsabilidad de resolver una parte significativa la problemática social, no solo por su volumen sino por las consecuencias de sus acciones sobre la asignación de valor pública en la sociedad.
El estado es, en última instancia, lo que hace. En la medida que asume atender una proporción de los problemas y toma esta responsabilidad, la “expropia” a uno o más de los actores sociales para convertir esos asuntos que comenzaron en la esfera civil, en cuestiones públicas de interés general. Y hay que tener presente que quienes actúan en nombre del estado o asumen su representación, toman las distintas posiciones de acuerdo a sus orientaciones políticas e ideológicas.
Aquí menciona que posiblemente haya sido Marx quien primero observó este fenómeno de expropiación social como constitutivo del estado moderno.
Es necesario tener en cuenta que resolver una cuestión agendada admite diferentes posiciones y cursos de acción y que estas pueden repercutir de manera muy diferentes sobre los distintos actores sociales involucrados.
También es factible que al pretender resolver una cuestión, puedan originarse otras nuevas, tal vez producidas por el propio curso de acción adoptado.
Con un nivel macro, donde las decisiones y acciones estatales reflejan orientaciones de política que, y definen los alcances y densidad de la intervención de sus instituciones.
Esto tiene profundas consecuencias sobre la organización social existente.
' En primer lugar, no suelen ser unilaterales, en el sentido de ser decididas autónomamente por el estado: responden, más bien, a una particular correlación de fuerzas políticas, es decir, a relaciones de poder que expresan la vigencia de determinadas reglas de juego en los vínculos entre actores económicos y políticos, así como relaciones de mutua determinación entre sociedad y aparato estatal.
En segundo lugar, manifiestan una cierta modalidad de división social del trabajo según la cual el estado asume un conjunto de responsabilidades cuyo resultados afectan a diferentes sectores de la sociedad, interponiendo -para parafrasear una feliz expresión de O´Donnell- límites negativos a las consecuencias potencialmente disruptivas de un particular modo de organización social que, según la visión hegemónica vigente, se considera deseable, Tercero, las orientaciones de política estatal también fijan coordenadas para la extracción y asignación de recursos (públicos y privados), en función de variables criterios de equidad distributiva que, en última instancia, afectan el ingreso, la riqueza, las oportunidades y/o las condiciones de vida de diferentes clases o sectores sociales.
En conclusión el rol del estado está directa y estrechamente relacionado con los pactos fundacionales de toda sociedad capitalista, es decir, de aquellas sociedades en las que se requiere la intervención del estado para morigerar las desigualdades sociales y los conflictos distributivos que genera la concentración de la propiedad, los ingresos y las oportunidades en manos de los capitalistas y otros sectores asociados a sus intereses.
Para ello, el estado ejerce su monopolio sobre los medios de coerción, pone en juego su legitimidad y emplea su capacidad de gestión.
Estos pactos fundacionales pueden conceptualizarse distinguiendo entre:
1) un pacto de dominación
2) un pacto funcional
3) un pacto distributivo
Estos pactos son construcciones analíticas que intentan identificar las bases sobre las cuales se asienta una organización social capitalista. Por lo tanto, un posible enfoque para el análisis de “el” rol del estado podría consistir en observar las diferentes modalidades a través de las cuales su aparato institucional actúa, frente a la sociedad, a fin de reproducir y/o recrear condiciones que mantengan cierto grado de equilibrio entre esos pactos.
Por Coronel Sabrina.
El resumen es apropiado, pero, por favor, corrijan el título... ¿MENSO?
ResponderEliminarel resumen lo hizo el chavo por eso.
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