María
se levanta a las 6 am , mientras prepara su desayuno,toma las
facturas de los impuestos que debe pagar al salir de su trabajo .La
luz, el gas y el teléfono deben ser abonados, de lo contrario le
cortan los servicios. Las guarda en su cartera, junto al dinero que
había recogido con tanto cuidado para ello. Su esposo también está
casa, ya que fue despedido hace poco del trabajo, por lo tanto
colabora preparando a los niños para ir a la escuela. Hoy los
chicos, van con muchas inseguridades a clases, les tomarán una
evaluación , a todos la misma, sin consideraciones. Desayunan, como
todas las mañanas mate cocido con pan, ayudándolos a recargar
energías . Por consiguiente toma la tarjeta “sube” y sale junto
a sus hijos a tomar el colectivo. Primero pasará por el colegio y
luego continuará el recorrido hacia su trabajo. Como siempre el
micro no pasa a horario, María se preocupa porque otra vez llegará
tarde, pero más intranquilidad siente al estar a las 6:30 am en la
parada , es invierno y todavía está oscuro , no se ven patrulleros
por la zona . Agarra bien a sus hijos, sin descuidar su bolso con el
dinero para abonar las deudas. Siente alivio al divisar a lo lejos el
autobús que la llevará a destino. Finalmente llegó solo unos
minutos más tarde .
Esta
es la historia de María una mujer sumergida en el año 2016, nos
detendremos a analizar información subyacente del relato.
María
toma las facturas a pagar , la cantidad de dinero no es la misma que
necesitaba años atrás, una de las medidas tomadas por el gobierno
actual , fue aumentar las tarifas de los servicios públicos del
sector energético y de los medios de transportes antes subsidiados.
Es invierno , el frío es crudo, en su precaria vivienda. María y su
familia deben utilizar lo menos posible las estufas, temen no
recaudar el dinero que necesitan para pagar los impuestos frente al
“Tarifazo” . Se les dificulta bastante administrarse. También
deben contar con ingresos para cargar la “sube”, único medio
para poder asistir a su trabajo,los boletos también aumentaron. Si
existiera más de un salario mensual en su hogar ,seguramente sería
un poco más sencillo, el inconveniente es que hubo una ola de
despidos y ahora el esposo de María es un desocupado más. Sigue
pasando el tiempo y no consigue empleo. Mientras espera el autobús
María se preocupa , no quiere llegar tarde a su puesto de trabajo ,
el panorama se presenta turbio, y le da pánico de solo pensar que
puede formar parte de los cientos de desempleados. Muchos miedos
vienen a ella a menudo, la inestabilidad laboral, la falta de empleo
, la educación de sus hijos,la inseguridad. Durante la espera ,
contempla su alrededor y aún está oscuro, está horrorizada, mira
hacia todos lados rogando que nada les pase. No se asoma ningún
patrullero . Finalmente visualiza al micro. Una vez en él , siente
alivio.
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