jueves, 1 de diciembre de 2016

Narración- Día cotidiano de Laura- Romina Baldo

Es un invierno bastante lluvioso. Y ese Lunes, no fue una excepción. Ya la noche anterior, Laura se durmió escuchando una intensa tormenta.
Cuando se despertó a las 7:00 de la mañana (al igual que cada Lunes), la lluvia había cesado.
Laura se cambió y tomó un café rápidamente, mientras pensaba qué camino tomaría para llegar a su trabajo puesto que ante cada temporal de esas características los colectivos toman caminos alternativos para esquivar las calles inundadas. Por supuesto, Laura ya había preparado sus botas de lluvia.
Camina unas cuadras y espera unos minutos el colectivo. Cuando lo frena, recuerda que no había cargado la SUBE y la tarifa había aumentado, por lo cual decide pedir un boleto mínimo y caminar unas diez cuadras para llegar a su destino.
Llega a la escuela unos minutos antes de las 8:00 de la mañana. Se dirige a su salón para acomodar los materiales nuevos que compró para dar clases. Un rato después, comienzan a llegar varios de sus alumnos (mojados, algo desabrigados y desarreglados, pero con una mirada esperanzadora) deseosos de tomar un té calentito y algún pedazo de pan. También le preguntan “¿Qué vamos a comer al medio día?”, mientras le entregan un taper para llevarse la viandita de la noche.
Luego de una larga jornada de trabajo, siendo las 17:00 hs, Laura se dirige hasta la estación para cargar su tarjeta y poder viajar a la universidad. Espera el colectivo un largo rato y, gracias a que todos empujan un poco, logra subir al transporte.
Llega a la universidad a las 18:00 hs. Se asombra debido a que encuentra a muchos compañeros y docentes reunidos en el patio central: una nueva asamblea la espera, para reclamar una vez más por el presupuesto universitario y la falta de cobro de los docentes, entre otras cosas.
Llega a su casa a las 21:00 hs, muy cansada. Come algo rápidamente, se baña y organiza algunas cuestiones laborales del día siguiente. Se le cierran los ojos, pero decide no ir a la cama hasta no terminar con todo.
Cuando logra acostarse, a las 00:00 hs, suspira y se ilusiona pensando en que las dificultades de hoy puedan ser resueltas en los próximos días.


En este relato, puede observarse que Laura tiene la oportunidad de utilizar transporte público para trasladarse, aunque ahora le resulte más costoso utilizarlo debido al aumento de tarifas. También, que se dificulta utilizar cualquier medio de transporte los días lluviosos, debido a las falta de mantenimiento de las calles.
Por otra parte observamos que Laura, gracias a que ha podido estudiar, tiene un trabajo y (en consecuencia) un sueldo que le permiten subsistir y gozar de un hogar, un desayuno, una ducha de agua caliente, una cama en la cual descansar, etc., como se ha mencionado; y que muchos niños tienen la oportunidad de acceder a una escuela, en la cual no sólo se apropian de conocimientos académicos, sino que reciben una contención emocional y alimenticia (de ésta última, claramente, los niños del relato –y sus familias-carecen).
A la vez, esos niños que recién se mencionaban, están privados de derechos básicos, como lo es a una alimentación adecuada o una vivienda adecuada.

Otro aspecto que se destaca en el relato, es la falta de inversión en educación pública, que afecta tanto a las instituciones como a los docentes, trabajadores no docentes y alumnos que concurren a la Universidad. Este aspecto también se hace visible en el momento en que Laura debe comprar los materiales para trabajar con sus alumnos, en lugar de que sea el Estado el encargado de equipar las escuelas.

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