jueves, 1 de diciembre de 2016

Sistema educativo y políticas públicas en el marco del modelo de desarrollo actual- Romina Baldo

Sistema educativo y políticas públicas en el marco del modelo de desarrollo actual
Me gustaría, en el transcurso de este ensayo, realizar algunas reflexiones en relación al sistema educativo de la provincia de Buenos Aires. Para lo cual, es necesario pensar dicho sistema educativo en el marco del modelo de desarrollo vigente y atravesado por las políticas públicas que se llevan a cabo a partir de los objetivos de dicho modelo.
Al hacer mención a la noción de modelo de desarrollo, me refiero al análisis de las diferentes formas de organizar política, económica, social y culturalmente una comunidad nacional.
La formulación de las políticas educativas está sujeta a distintos factores que le imprimen una cierta dinámica y orientación. Uno de estos es el contexto político y económico, en especial el que refiere a las relaciones entre la Provincia de Buenos Aires y el nivel nacional. Para analizarlo, es importante considerar los ciclos políticos.
En función a esto, podemos observar que a lo largo de la historia se han desarrollado distintos paradigmas en la construcción de políticas públicas. Por un lado, el asistencialista, que plantea una respuesta superficial y se desentiende de la resolución del problema base que genera determinado conflicto (políticas focalizadas). Por el otro, el sustentado en la perspectiva de derechos, propio del Estado de Bienestar, que tiene como objetivo fundamental promover la movilidad ascendente de los sectores populares y modificar de raíz los problemas de desigualdad que origina determinado fenómeno y universalizar las respuestas del Estado a través de una concepción de justicia social.
Un concepto que nos permite ampliar las reflexiones sobre este tema es el de gobierno educativo propuesto por la Sociedad Argentina de Análisis Político en una de sus publicaciones. La expresión gobierno educativo hace referencia a la función del gobierno en torno a tres ejes: la fijación de metas colectivas (y sus medios) para un ámbito de política pública, el establecimiento de reglas para facilitar la interacción entre actores involucrados, y el procesamiento de conflictos y la producción de legitimidad.
Las distintas y contradictorias miradas sobre el mejor gobierno educativo, mantienen rasgos institucionales que no permiten convivir armónicamente con las necesidades de unidad y diversidad.
Entonces, y centrándonos específicamente en políticas propias del sistema educativo, sería interesante pensar las instituciones educativas como aquellos espacios en donde las políticas educativas propuestas por el Estado (a través de la Dirección General de Cultura y Educación, que es el órgano central rector de la política educativa desde el siglo XIX) son puestas en práctica.
Es importante, en este sentido, tener presente que la escuela es una (entre otras tantas) institución que nos atraviesa a la mayor parte de las personas. Pasar por ella, genera una transformación en nosotros, no sólo a nivel de conocimientos académicos, sino en del desarrollo de la personalidad, del pensamiento y de las prácticas cotidianas. Y esto sucede porque es un espacio en el que nos encontramos con otros, que son diferentes a nosotros, que pueden tener costumbres diferentes a la nuestras y en donde las prácticas culturales que poseemos se van retroalimentando y modificando de manera permanente.  Esto genera, también, la construcción de diferentes comunidades que comparten un mismo territorio, conformando una Nación. Las comunidades se van organizando a partir de una visión en común acerca del mundo. Todas estas transformaciones, intercambios y experiencias permiten construir una identidad individual, pero también una colectiva.
Entonces, la identidad incluye asociaciones con los rasgos que caracterizan a los miembros de una colectividad frente a los otros que no pertenecen a la misma y a la conciencia que un individuo tiene de ser él mismo y entonces, distinto a los demás.
La identidad cultural, por otra parte, puede definirse como un conjunto de valores, tradiciones y modos de comportamiento que funcionan como elemento de cohesión profunda entre los sujetos. Este elemento cohesionador es el fundamento del sentimiento de pertenencia.
Es necesario, entonces, comprender que las instituciones y la organización de la vida política y social importan e impactan en los comportamientos individuales y colectivos, precisando opciones u orientando alternativas de acción. Las instituciones en este sentido, estructuran la vida política dándole sentido a la interacción entre actores y otorgándole a la misma relativa estabilidad y certidumbre.
Un actor es todo sujeto, individual o colectivo, que cuenta con una identidad que le permite reconocerse como colectividad o parte de ella y con capacidad de acción estratégica, esto es, capacidad de identificar/definir sus intereses, traducirlos en objetivos, de diseñar un curso de acción para el alcance de esos objetivos y con relativa autonomía (recursos y capacidades) para implementar dicho curso de acción.
Acuña y Chudnovsky definen a las instituciones como “el conjunto de reglas que apuntan a resolver problemas de coordinación y conflictos distributivos en una sociedad. Estas distribuyen poder y recursos y son, a su vez, el producto de la lucha entre sectores desiguales (lo cual es consecuencia de previas distribuciones de poder y capacidades/recursos).
Para reflexionar sobre estas tensiones entre los distintos grupos, es interesante el concepto de hegemonía que propone el pensador italiano Antonio Gramsci como “dirección intelectual y moral de un sector social particular, que logra representar sus objetivos propios como aquellos que hacen posible la realización de los objetivos universales de la comunidad, traducidos como el bienestar general”.
Entonces, las prácticas hegemónicas tienen por objeto la formación del conformismo cultural en las masas. Y en este proceso, las instituciones (entre otras, las educativas) se vuelven un instrumento por excelencia para alcanzar dicho objetivos. En consecuencia, las decisiones que se tomen en relación a la conformación de planes de estudio o aplicación de políticas públicas en educación (también en otros aspectos, pero este ensayo intenta enfocarse en las políticas educativas) dependerán de los objetivos que los grupos hegemónicos y el modelo de desarrollo aplicado por el gobierno vigente en cada momento se propongan.
Desde otro plano, es importante pensar al sistema educativo actual en el marco de la concepción de ciencia actual, entendiendo la ciencia como una forma específica de conocimiento humano, que se caracteriza por ser sistemática y rigurosa y porque busca explicar los fenómenos sociales y naturales a partir del uso de la razón. Este es el tipo de conocimiento que los distintos niveles educativos nos pretenden brindar. Pero la ciencia, a la par de las prácticas culturales, se fue modificando a través del tiempo. El paradigma científico actual se denomina postempirista, el cual se caracteriza por su carácter revolucionario ya que supone abandonar estructuras teóricas y reemplazarlas por otras incompartibles, a través de la investigación, la confrontación y discusión de las distintas teorías que circulan sobre un mismo tema. Nos encontramos, entonces, ante una concepción más amplia de ciencia, de conocimiento, en la cual se entiende que estamos permanentemente interpretando la realidad y no descubriendo y/o determinando una verdad. Esto exige una actitud de compromiso, puesta en escena de la subjetividad (es decir, la manera de sentir y de pensar propia de cada persona), y el abandono de la neutralidad valorativa.
Esto genera un debate sobre la forma de construcción y legitimación del conocimiento que sigue aún abierto. La tensión entre una mirada “científica y aséptica” y la mirada de la ciencia vinculada al compromiso sigue vigente en los tiempos actuales.
En función a todo lo antedicho, si pensamos el sistema educativo de la provincia de Buenos Aires en la actualidad, podemos observar algunas tensiones.
Por un lado, en relación a la concepción actual de conocimiento, se han tomado algunas medidas contradictorias, como el programa de evaluación para los alumnos mediante pruebas estándar. También, se están manteniendo latentes o eliminando de manera progresiva espacios de formación muy importantes, como Conectar Igualdad, Plan Fines y las Jornadas de Formación Permanente en servicio para los docentes.
En referencia a las evaluaciones, tal como lo expone Deodoro Roca en su texto “Palabras sobre los exámenes”, es importante pensar que “(…) Los exámenes, las verdaderas pruebas- aunque así se llamen- deben cifrarse no en las respuestas de los discípulos, sino en sus preguntas. De la desnuda y oportuna pregunta del discípulo debe inferirse su curiosidad, su capacidad, su aptitud, la calidad de su espíritu, su grado de saber y su posibilidad. La única relación legítima que debe trasuntar un examen que aspire a salvarse es la de un discípulo que pregunta y la de un tribunal que responde (…)”. Y que además, esta es una práctica que se viene intentando desarrollar cada vez más, acompañada de concepciones inclusivas y constructivas del aprendizaje. Sin embargo, las políticas aplicadas, se vuelven totalmente contrarias a la práctica cotidiana.
Esto me hace recordar a una sabia reflexión de Arturo Jauretche, cuando dice que la trampa actual de la “intelligentzia” (fruto de la colonización pedagógicas y contrario a la espontánea incorporación de valores universales a una cultura nacional) consiste en robarle al pensamiento nacional la terminología y el estilo y es así como se disfraza a base de un neo liberalismo que incluye expresiones como desarrollo, expansión, etc., que intentan canalizar por vías extraviadas el movimiento intelectual de su país hacia su propia vía muerta.
Lo relaciono, puesto que, el gobierno actual ha tomado varias medidas económicas, educativas, sociales que se enmarcan más dentro de un modelo liberal y tienden a valorizar las relaciones con el extranjero por sobre lo nacional.
Otra característica a destacar de las políticas aplicadas al sistema educativo actual en la provincia de Buenos Aires tiene que ver con el recorte presupuestario, que se refleja en los salarios docentes, en los comedores escolares, en la falta de inversión en programas educativos, en la falta de mantenimiento de las instituciones, o el cese de construcciones destinadas a educación.
Es importante en este aspecto pensar en el rol del Estado, en la agenda social problemática que se ha organizado en base a las necesidades y demandas del pueblo, y a las decisiones y acciones que se toman en función de dicha agenda.
Por lo tanto, es factible deducir que entre las prioridades que los agentes del Estado establecen en su agenda, no estaría contemplada la continuación de las políticas educativas que se venían desarrollando anteriormente. O al menos, se pretende una clara transformación, que no está apuntando a la universalización de derechos, ya que se están acotando las posibilidades de acceso a la educación, en los distintos niveles educativos, de algunos sectores sociales. Lo que a su vez, genera un mayor grado de desigualdad.
Podrían pensarse muchos más aspectos y relacionarse con más temáticas y autores, pero quisiera fundamentalmente que no se pierdan de vista los aspectos centrales de este ensayo, que nos sirven de herramientas para poder abrir el debate y la reflexión.
Por lo tanto, a modo de cierre, simplemente pretendo retomar la idea de que al poner en discusión cuestiones relacionadas a las políticas aplicadas dentro del sistema educativo actual, no podemos dejar de pensar en el contexto económico, político y social en el cual están inmersas. Tampoco, podemos dejar de lado la función actual de las instituciones educativas, y los objetivos que se proponen la Dirección General de Cultura y Educación y el Ministerio de Educación en la formulación de los planes educativos, que muchas veces pueden entrar en tensión con los intereses de otros sectores. También, contemplar que tanto Nación como Provincia tienen implicancia y diferentes grados de responsabilidad en el desarrollo y enriquecimiento de nuestro sistema educativo, y hay luchas de poderes que están en permanente tensión. Por último, que las instituciones atraviesan a sujetos que tienen diferentes miradas y prácticas culturales y que van conformando distintas comunidades y accionares. Por último, que hoy estamos atravesando un proceso de revolución del conocimiento, que acompañado por prácticas democráticas, nos permite reflexionar y tomar una postura frente a las políticas adoptadas en los distintos ámbitos que nos atraviesan, ponerlas en discusión e intentar transformarlas, lo que se hace muy necesario sobre todo en un contexto en el cual el gobierno de turno tiende a focalizar en lugar de universalizar derechos.

TROZOS DE DICTADURA 02/12/ 2016 ( ENSAYO)
Como muchos sabemos ( y otros niegan ) durante los años 1976-1983 nuestro pais fue victima de un proceso militar , donde ciertos grupos de empresarios ; políticos ; civiles y miembros de la iglesia , con el apoyo de Estados Unidos , llevaron adelante un plan sistemático y siniestro : la eliminación de lo que ellos llamaban la infiltración de izquierda o comunismo , que en la realidad era una especie de excusa , para hacer desaparecer a todo elemento que sea considerado peligroso para los objetivo del proceso.
CÓMPLICES
Luego del golpe efectuado el 24 de marzo de 1976 , las Fuerzas Armadas ven a la iglesia como un foco de conflicto debido a los cambios de paradigma que se dan a partir de ciertos documentos , en especial los del Concilio Vaticano II , entre otros , ciertos miembros de la iglesia Argentina : sacerdotes , seminaristas y algunos obispos ,intentan restaurar el catolicismo nacional,involucrándose en los problemas sociales y denunciando la persecución que protagonizan los militares contra trabajadores , estudiantes , los mismos curas , etc. Los altos jefes de la Junta militar Videla , Massera , Agosti , entre otros , se reúnen en sendas oportunidades con la cúpula eclesiástica , acordando las estrategias a seguir : persecución y desaparición de miembros del clero que estén involucrados en movimientos tercermundistas o,guerrilleros o con ideas marxistas .
Los obispos (no todos) se preocuparon en encontrar la manera de sacarse de encima a los perturbadores y así poder continuar con el clásico orden . Los militares se ocuparon de la"limpieza" de curas , diáconos , seminaristas , obispos , que fueron silenciados con la muerte y la desaparición física , con la siniestra complicidad del episcopado . Algunos sacerdotes se encargaron de señalar en donde se encontraban escondidos los supuestos subversivos.
La persecución contra los que "piensan diferente" crece sin medidas , grupos de tareas ( comandos integrados en su mayoría por militares y policías de bajo rango ) se dedican a secuestrar y trasladar a los detenidos hacia centros clandestinos de detención : comisarias , cuarteles , fabricas , entre otros lugares
A partir de ese momento pierden contacto con sus familiares , las denuncias llegan a oídos sordos y cómplices , los dictadores dicen no saber nada , los curas y obispos miran hacia la cruz ( miran para otro lado). La violencia es tal que hombres y mujeres son secuestrados junto con sus pequeños hijos , algunas mujeres dan a luz en los centros de detención , estos niños nacidos en cautiverio fueron dados en adopción a familias que después ocultarían su origen .
LOS NÚMEROS DEL TERROR
Existen muchas polémicas para establecer la cantidad de personas desaparecidas por este régimen militar , según las madres de plaza de mayo el numero de 30.000 es estimativo , el propio Videla dijo en una entrevista que:" los desaparecidos pueden ser entre 10.000, 20.000 , 30.000…" El informe de la Conadep dio como numero final un total de 8961 desaparecidos , la asamblea permanente de derechos humamos : 6.000 desaparecidos , la OEA 5.000 , el comité de la ONU : 1.377, Amnistía internacional : 4.000 .
Los datos de bebes nacidos en la clandestinidad se estiman en 500 ,hasta el año 2016 , se restituyo la identidad a 121 personas nacidas en cautiverio.
Estos son los números del terror , personas que tenían ideales de un país mejor , que estaba en condiciones de seguir avanzando , fueron avasallados por una dictadura que tenia como objetivo destruir la industria nacional ( a los trabajadores ) achicar el estado y reducir la redistribución de la riqueza , con el fin de implementar un modelo económico neo-liberal que dejaría en la quiebra al estado argentino y al que le costaría muchísimo recuperarse .

Por Miguel Ortiz

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