Este
ensayo abordará los vínculos que existieron entre la iglesia y el
estado, con la última dictadura cívico militar ,llevada a cabo en
el año 1976 ,en Argentina, cuando las
fuerzas armadas derrocaron el gobierno de la presidenta María Estela
Martínez de
Perón, quien había sido electa en
1973.
Nos detendremos a analizar cómo las decisiones de
unos pocos, impactaron directamente sobre la sociedad de aquel
momento , haciendo total hincapié en el rol de los estudiantes ,
quienes se convirtieron en uno de los peores enemigos de la
dictadura.
Se
trató de una dictadura cívico militar porque recibía el apoyo de
sectores apoderados como los grandes terratenientes y la iglesia ,
además de contar con el mando absoluto de los comandantes Videla,
Massera y Agosti. El plan que llevaron a cabo estas personas ,estuvo
basado en implementar el “orden” , pero a través de métodos
terroristas que violentaban los derechos de los sujetos. Las
torturas, secuestros, muertes, eran monedas corrientes. No se trató
solamente de instaurar miedo, sino también de realizar una
modificación en la estructura económica , aplicando un modelo
liberal , que quedaría en manos de unos pocos , “ se trata de
aquella política pública , que plantea una respuesta superficial y
se desentiende de la resolución del problema”, aquí
los derechos son vulnerados y
no atendidos, “ se diluyó el protagonismo de la
clase obrera, reinando la desocupación, inflación y
crisis financieras” .
En
contraposición a lo mencionado , e
impensable para la junta de
comandantes , podemos hablar
de las “políticas
públicas, basadas en las perspectivas de derechos, , propio del
estado de bienestar”. El
estado debería garantizar y hacer efectivos los derechos humanos ,
por el contrario la dictadura se caracterizó por la violación de
los mismos.
Uno
de los soportes más importantes de las fuerzas armadas fue la
iglesia. Como un modo de legitimar la “Reorganización Nacional”,
decidieron aludir a la “nación católica”, contando con el apoyo
de gran parte de las instituciones eclesiástica, quienes buscaban
formar una sociedad totalmente cristiana ,por lo cual ampararon el
nuevo “orden”, buscando disciplinamiento.
Aunque
hay que aclarar, que no todos estaban de acuerdo con las medidas
llevadas a cabo, de a poco se empezaron a oír las voces de algunos
obispos que mostraban su descontento, entre ellos “ Enrique
Angelelli”, quien fue asesinado tras haber denunciado. Pero no eran
los únicos, las FF.AA también contaban con la complicidad de
integrantes de las universidades, entre ellos algunos decanos.
Si
bien cualquier persona podía ser considerada subversiva para el
gobierno , y por lo tanto ser perseguida, secuestrada y torturada
hasta la muerte, los estudiantes estaban en el centro de la cuestión.
Gran parte de las víctimas de la dictadura terrorista eran miembros
de la comunidad universitaria. Los
militares sostenían que a través de la educación se difundían
conductas subversivas,
que luego penetraban
en todos los ámbitos sociales.Dentro
de estas se suspendieron
los órganos de gobiernos colegiales, se dictaminó
la potestad del presidente para la designación de rectores y decanos
y se prohibieron las actividades gremiales y políticas
explícitamente en el ámbito Universitario. En
relación con esto , podemos mencionar al documental denominado “70
y pico” , creado
por Mariano Corbacho , nieto de Héctor C, quien fue decano
,en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y profesor de dibujo
técnico ,en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) entre 1976 y
1982.A raíz de su parentesco , quiso conocer el presunto vínculo
comprometedor entre su abuelo y la dictadura militar, llevando a cabo
una ardua investigación. Luego de entrevistar al mismo Héctor , a
ex alumnos y docentes de aquel entonces , recabó información que
ayudaron a aclarar su
inquietud . “Pico” , como le decían a su abuelo , era uno de
los que enviaba las listas de estudiantes involucrados en actividades
políticas, a la FF.AA. Llevando de esta manera a tantos jóvenes a
la muerte, que
eran perseguidos
por sus ideologías políticas. Al finalizar el documental sostuvo“Mi
abuelo cumplió un rol, como uno de los tantos civiles de los que la
Dictadura se nutrió para llevar adelante su masacre. Como mínimo,
fue funcional a ese proyecto político y represivo”. Lo define como
una persona de pensamiento tradicional y conservador: “El tipo de
gente en que los militares confiaron para enraizarse en la sociedad y
perdurar en el tiempo”.
A
modo de conclusión y retomando lo expuesto podemos decir que la
última dictadura militar ,ha dejado marcas imborrables en la
historia Argentina. Es elemental que se respeten los derechos
humanos, que las políticas públicas se encuentren sustentadas en
perspectivas de derechos , donde se intervenga con una mirada macro,
que intente resolver la base estructural que originan los problemas.
Y sobre todo , Sigamos luchando y proclamando “ Nunca más ”
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