El golpe a Dilma Rousseff consiste en procedimiento judicial abierta con vistas al impedir una continuidad del mandato de Dilma Rousseff como Presidente de la República Federativa de Brasil. El proceso se inició con la aceptación, en 2 de diciembre de 2015, por el Presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo cunha, de denuncia por crimen de responsabilidad ofertada por el procurador de justicia jubilado Hélio Bicudo y por los abogados Miguel Reale Júnior y Janaina Paschoal. Las acusaciones versan sobre violación a la ley presupuestaria y a la ley de probidad administrativa por parte de la presidenta, así como sobre sospechas de implicación de la misma en actos de corrupción en la Petrobras, que han sido objeto de investigación por la Policía federal, en el ámbito de la Operación Lava Jato. El proceso golpista ocurrido en Brasil en el cual, Dilma Rouseff fue apartada de su cargo político acusada de distintos crímenes. La votación ampliamente fue en contra de la presidente, siendo el porcentaje de 61 votos a favor y 20 en contra, y además confirmándose como una elección anti democrática debido a que esto no fue notificado al pueblo, impidiéndole así la posibilidad de decisión.Ella, en su propia defensa, los acusa de golpistas y llama a la población brasilera a combatir contra el nuevo gobierno liderado por Temer, al que Rousseff se ha referido como líder de los golpistas, y declarando que es el segundo golpe a que se enfrenta debido a que la representante del Partido de Trabajadores afirmó que el primero lo sufrió en 1964 "siendo una joven militante", y la destitución padecida ahora es considerada por la ex presidente un golpe parlamentario, ya que interrumpieron el mandato de una persona que no cometió ningún crimen.
Roussef, ante todo lo ocurrido, decide no bajar los brazos y advertir que volverá al mandato y serán "una oposición firme, enérgica y determinada para un golpista".
Por. Barsimanto Rocio
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