martes, 29 de noviembre de 2016

Brasil y América Latina en la encrucijada- Romina Baldo

Reflexión sobre la charla: “Brasil y América Latina en la encrucijada”

   A partir de los temas abordados en la charla, pienso que una de las cuestiones centrales es pensar que si bien el último tiempo se escuchó hablar acerca de la situación política, económica y social que se vive en Brasil, estamos atravesando una crisis mundial capitalista, que se refleja en varios países del mundo en general y de Latinoamérica en particular.
   Respecto a Brasil, es importante analizar la situación actual entendiendo que están viviendo una etapa de cierre de un ciclo político, atravesado por el enfrentamiento de grupos de poder. Este enfrentamiento genera a su vez que los reclamos y las luchas del pueblo brasilero surjan, sean más visibles. Este aspecto me remite al  esquema de desarrollo del ciclo de crisis estatal general al cual hace referencia Linera en la conferencia “La construcción del Estado” que leímos en clase.
   Según entiendo, a partir de la charla y también de las noticias que circulan con respecto a Brasil, se intenta focalizar toda la atención en un supuesto caso de corrupción por parte de Dilma; sin embargo, creo que es importante analizar cuestiones políticas vinculadas a recortes de inversiones, dependencia económica y el agotamiento del modelo económico, que nos permitan entender ciclos políticos y económicos que pueden no responder a algunos de los grupos de poder en cuestión. Digo esto, porque desde mi interpretación, las acusaciones contra Dilma Rousseff surgieron cuando los partidos opositores solicitaron al Congreso de Brasil que iniciara un juicio, e incluyeron presuntas violaciones a las leyes fiscales del país y la manipulación de las finanzas públicas para beneficiar su reelección en 2014.  Estos hechos demuestran con claridad el malestar de los grupos opositores en función a las políticas aplicadas por la presidente. Además, sumieron a Brasil en una profunda crisis política, que se incrementó por las protestas masivas para apoyar a Dilma.
     Con lo cual, para mí es claro, que aunque dichas violaciones fuesen demostradas, la salida de Rousseff del poder no va a solucionar la crisis actual, ya que es una lucha entre diferentes sectores con intereses políticos diferentes: mientras que Dilma aplicaba una política intervencionista, los grupos opositores tienen una mirada más liberal. Y además, esta lucha está atravesada por la situación mundial actual y el apoyo que estos grupos opositores reciben por parte de otras grandes potencias.

      En conclusión, para analizar la crisis que Brasil está atravesando, también es necesario comprender la situación actual de América Latina en particular y del mundo en general, y comprender que la disputa es mucho más amplia delo que se intenta hacer creer con el surgimiento del juicio: hay conflictos económicos, políticos y lucha entre grupos de poder con políticas de Estado opuestas. A esto se suma la voz del pueblo, que quiere hacer oír sus intereses y defender sus derechos.

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